Los inconformes mexicanos empezaron ayer una huelga de hambre en frente de la Casa Blanca para pedir la liberación de sus familiares. En su huelga de hambre aseguraron que solo tomaran líquidos para sobrevivir en su protesta hasta que el cuerpo aguante. Los inconformes demandaron al presidente estadounidense, Barack Obama, una política migratoria humanitaria. Cientos de indocumentados este fin de semana fuera a protestar para el fin de las deportaciones. Cynthia procedente Arizona dijo “Presidente Obama, déjame a mi mama libre. Ella es buena ciudadana, vino aquí hace 14 años, fue a la escuela, a la universidad, nunca tuvo una multa de tráfico, ella es un modelo”. Cynthia quien busca la emancipación de su madre expresó su motivo para lo que está haciendo.
En otro intento más para empezar a cambiar las cosas en el país lleno de inmigrantes ya ha llegado al punto a que la gente amenaza de dejar de comer. Ojala que el gobierno pueda ver que esto si es algo serio que la gente quiere cambiar, queda mucha gente lastimada por las deportaciones como le paso a Cynthia. A nadie le gustará saber que el gobierno en donde viven los está separando de sus familiares por cosas pequeñas como multas de tráfico. Esperemos a ver cuánto tiempo le toma el gobierno a empezar a cambiar las cosas.
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