Canadá espió a viajeros mediante la red de WiFi

Comment by Felix Xavier Correa on February 3, 2014 at 4:02am

Las comunicaciones se han convertido en uno de los requisitos de la vida social de muchas personas.

Y opino que la sociedad merece privacidad en este campo como consecuencia de la madurez. Pero ¿cómo podemos categorizar “la madurez”? ¿Es acaso debido a la edad? ¿Al país al que pertenecemos? ¿A la religión que profesamos?

En el caso de la agencia de inteligencia canadiense (CSEC), esto no parece importar mucho. Para la CSEC el espionaje de sus propios ciudadanos era asunto prohibido, más sin embargo no dudaron en violar la confianza que en ellos esta sociedad había depositado.

Para estos ciudadanos los sistemas inalámbricos WiFi para teléfonos celulares, tabletas y computadoras portátiles no representaban una amenaza en sus vidas. Más ahora deben preocuparse de quién tiene acceso a estos servicios públicos proporcionados por compañías privadas.

¿Hasta qué punto esta sociedad ha perdido consenso con el gobierno? Quizás deben opinar acerca de estos sucesos. No deberían dejar esto a un lado. La privacidad es un asunto muy delicado.

Al mismo tiempo, ¿hasta dónde dejan de identificarse con el conglomerado? En muchos otros países, la mayoría de la población es el ingrediente principal de la llamada democracia.

Yo creo en la identificación con otros ciudadanos de otros países, en este caso los Estados Unidos. Pero no en el perder la identidad propia. Mi edad, mi país y mi religión son factores que forjan mi personalidad y proporcionan parámetros para mi futuro.  Muchos de estos ciudadanos canadienses desean comunicarse con personas estadounidenses sin ánimo de viajar fuera del Canadá, de acuerdo con este artículo. La agencia de espionaje fue creada con la intención de espiar otros países y sus ciudadanos. Los datos obtenidos por la CSEC estaban fuera de la potestad de esta agencia gubernamental.

El conflicto se encuentra a nivel judicial. Esto no ayuda a quienes no gozan de la edad mínima, a aquellos que pertenecen a países extranjeros y por último a quienes tienen religiones adversas a la ley. Si la religión me enseña que puedo tener varias esposas, pero la ley me lo prohíbe ¿Qué puedo hacer? Ir a la cárcel de seguro.

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