Las Primeras Citas

El 28 de septiembre fue el primero día de trabajar en la clínica de “Good Samaritan”. Para la primera vez en una situación como esta, no fue terrible. Las citas médicas fueron muy interesante. La primera cita, yo fui un pocito tímida, pero en la segunda cita, estaba hablando mucha con la paciente. A principio me sentí un poco de miedo y después de la primera cita me sentí más cómoda.

 Las dos pacientes son de México. La primera paciente estaba sintiendo síntomas de doler de la espalda y no podía dormir de noche. La primera paciente no puede dormir de noche porque ella sufre de doler de la espalda. Ella estuvo en un accidente de coche tres años a tres. Me sentí con mucha pena ver a la señora con tanto doler. La segunda paciente vino con su hija de treinta años. Su hija hablaba muy poco del ingles. Pero pudimos entendernos para ayudar a su mamá. Esta paciente estaba sintiendo mucho doler en el hombro. Ella podía subir el brazo más de 90 grados. En la segunda cita conocí a una mujer y su hija que estaban muy agradecidas de mi y quisieron hacer su próximas cita un día cuando ya regrese la oficina. Después de las dos citas, pude explicarle a las paciente como hacer ejercicios para ayudarse en sus casas. Ellas necesitan seguir la terapia todos los días y regresar a la oficina de terapia cuando sea necesario. Ellas no pueden decirles a los estudiantes los problemas que sienten de sus cuerpos. Me sentí orgullosa y satisfecha porque pude ayudar a gente con problemas de no poder hablar ingles. Después de las citas, yo vi la necesidad de poder conversar y explicarle al doctor lo que uno siente. Si no puedes explicar sus síntomas, el doctor no sabe como ayudar la paciente.