Lo que no puedo hacer: ser profesor de secundaria

Hay momentos en la vida en que entendemos los cuales son nuestros limites, y la semana pasada los encontré durante las horas en que prestaba mis servicios voluntarios en el colegio de Paul Laurence Dunbar. Durante aquellas horas, tenía la oportunidad de observar algunos profesores de secundaria que trabajaban en el programa TLC a Dunbar. A pesar de ser profesor y de pasar mucho tiempo enseñando inglés u otras asignaturas a mis estudiantes (aunque en contexto universitario), después de haber pasado algunas horas en el colegio, ya reconocí los cuales son mis limites al respecto de lo que puedo lograr o no en la vida. En aquel momento, averigüé que no puedo ser profesor de secundaria. Tengo que decir que mis experiencias en el colegio eran totalmente positivas, pero lo que me llamó la atención fue a ver lo que los profesores de secundaria tenían que hacer para enseñar a sus estudiantes. ¡Es un equipo muy impresionante!

Hace un mes que empecé a ayudar en Dunbar y ahora tengo un mejor entendimiento de la vida cotidiana del colegio o lo que podremos describir como el ritmo de vida estudiantil, es decir lo que influye la vida del aula y sus habitantes. Durante este mes, tenía la oportunidad de observar tres profesores de secundaria; un profesor de matemáticas y una de la lectura y la señorita que controla el horario de los estudiantes. Para ser profesor de secundaria alguien debe expresar una paciencia enorme y una empatía muy profunda que le falta nunca; además un profesor debe tener un conocimiento de lo que ocurre en la mente de veinte jóvenes que vienen de orígenes muy diversos y que expresan sus deseos al mismo tiempo. Es decir, tiene que prestar su atención a un estudiante que busca un lápiz y al mismo tiempo asegura a un otro que sí sus tareas están la carpeta y además animan a los otros estudiantes que siguen haciendo sus tareas y ignoran al joven enojado que expresa su descontento sobre un evento que le pasó durante su almuerzo hace dos horas. Sin el control que imponen los profesores el aula seria un lío. Claro, además de saber el contenido de su asignatura para enseñarlo, ser profesor de secundaria requiere que alguien tiene recursos internos y que puede usarlos para hacer tranquila la vida del aula. ¡Y no puedo hacerlo yo!