Un momento memorable que sucedió a lo largo de mi carrera estudiantil es el día en que mi maestra de arte me dio un cuaderno de dibujo. Siempre me sentí como un extraña en la escuela secundaria y el arte fue lo único que me hizo feliz durante ese tiempo. Además de hacer mi trabajo de la escuela, siempre dibujada la cafetería. Llegó el momento en que tuve que despedirme de mis maestros y saludar a la vida adulta. Pero antes de hacer eso, tuve que despedirme de mi maestra de arte. Le dije cuánto había impactado mi vida y le agradecí por ayudarme a convertirme en la persona que soy hoy. Nos abrazamos y fue entonces cuando me entregó el cuaderno de dibujo. No pudo evitar sonreír y abrazarla una vez más. Me siento muy agradecida de haber sido su alumna y saber que ella siempre estará allí para mí.
Maestros así raramente se encuentran. Yo tambien tuve una maestra asi pero en la primaria que me impactó la vida. Ella sabía que yo era un niña muy tímida e introvertida que no tenía muchos amigos. Ella me dejaba ir a su oficina durante el almuerzo y platicamos de lo que yo quería hacer cuando estuviera grande. Durante ese tiempo yo le ayudaba con cosas de la clase cómo organizar papeles y preparar la clase para los alumnos después del almuerzo. Ella era una gran persona que siempre fue mucho más allá para sus alumnos. Maestros así ayudan a tantos niños sentirse mejor en la escuela y los motivan a querer seguir un carera.
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